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correpasillos

Los correpasillos y andadores son herramientas muy útiles para desarrollar la motricidad del niño jugando. Son especialmente importantes a partir de los 10 meses, cuando los pequeños empiezan a ponerse de pie, ya que ofrecen al bebé estabilidad, equilibrio y seguridad en sus desplazamientos.

Aunque hay que tener claro que los correpasillos no son una herramienta para enseñar a andar a un niño desde el principio, sí se pueden convertir en una importante ayuda durante el aprendizaje de la coordinación de movimientos y el dominio del equilibrio básicos para comenzar a caminar.

En esta importante etapa del desarrollo del niño, estos juguetes tienen un papel fundamental, sobre todo entre 1 y 2 años, ya que en este periodo es muy positivo ofrecerle materiales para que pueda empujar o arrastrar, como es el caso del correpasillos. Este elemento le ayudará a guardar el equilibrio y a automatizar la marcha.

Este juguete cuenta con varias ruedas que, además de permitir al pequeño desplazarse empujándolo, le ofrece también la posibilidad de ir sentado encima, impulsándose con los pies, a modo de vehículo. Éste es el caso de los correpasillos evolutivos que fabricamos en Smoby. Proponen diferentes actividades de aprendizaje en su doble función como andador, primero, y como correpasillos, después. Se trata de juguetes que van creciendo con el niño, adaptándose a sus necesidades en cada fase del crecimiento y a su tamaño.

Además, algunos correpasillos incorporan también un mango trasero desmontable, para que un adulto pueda guiarlo con toda comodidad cuando así lo desee.

Lo importante a la hora de elegir un buen correpasillos es tener en cuenta su estabilidad, su resistencia a los impactos y que no tenga piezas pequeñas que puedan convertirse en un peligro para los bebés. También será una ventaja si se puede desmontar o plegar y, sobre todo, si tiene diferentes posibilidades para irse adaptando a la edad del niño (correpasillos evolutivos).

Pero, más allá de ser una herramienta para el aprendizaje, el correpasillos se convierte en un divertido juguete, colorido y con movimiento, perfecto para que el niño pase horas jugando y desarrollando su motricidad, por sí solo o ayudado por un adulto, conociendo su espacio y el entorno que lo rodea siempre con la máxima seguridad y diversión.

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